Una atención infantil de calidad y asequible repercute en los niños, las familias y nuestras comunidades.
La economía de Virginia, la competitividad de su mano de obra y su clasificación como uno de los mejores estados para los negocios dependen de que las familias trabajadoras puedan acceder a un cuidado infantil asequible y de calidad. Más del 70 por ciento de los niños de Virginia menores de seis años tienen padres que trabajan, lo que significa que las familias dependen del cuidado infantil para ir a trabajar. La falta de acceso y el elevado coste de la atención infantil no son sólo un reto para los padres trabajadores de Virginia, sino que suponen una limitación significativa para nuestra mano de obra, economía, calidad de vida y democracia, y afectan a los ciudadanos de todos los barrios y localidades de la Commonwealth.